Aforismo
Sigo viva. Sí... el 2006 por ahora cuenta conmigo, si bien ha empezado con la luz de un domingo sin conciencia de ser el primer día del año y los colores apagados, decrépitos, tamizados por mi percepción resacosa después de una prenochevieja con mis amigos de la librería y una NOCHEVIEJACOMODIOSMANDA con mi gente en general -cotillón, uvas y mensajes de felicitación incluidos-. Más allá de la agenda en la mesita de la entrada y los restos de serpentinas por un suelo que, con el regreso de mi pulcra hermana a Valencia, Dios sabe cuando volveré a barrer, no ha cambiado nada.
Siento lo mismo. Leo Drácula en el metro. Continuo escuchando a Los Piratas y refugiándome en los sitios aparentemente más inhóspitos, y digo aparentemente porque en el fondo me escondo allí donde me siento mejor. Como esta tarde en que, después de nuestro paso inevitable por el Mareas, nos hemos escapado a la habitación de D para fumar y comer patatas y galletas de chocolate mientras veíamos un CD de Faemino y Cansado en la pantalla del ordenador. Me gustan los lugares en penumbra, comparables a madrigeras subterráneas protegidas del frío.
Desde la ventana de la habitación de D se intuía la ciudad aplanada por el cristal, llena a primera hora de la tarde de gente "que no debería estar allí". Cuando era pequeña salía a las cinco y cuarto del colegio, y durante las últimas clases del día me dedicaba a mirar distraida por la ventana a la Gran Vía Fernando el Católico: había un semáforo y un tráfico considerable. Había madres excesivamente puntuales, que ya esperaban en la puerta a que saliéramos, y seres anónimos dirigiéndose a alguna parte... yo les observaba sin entender que no tuvieran la obligación de encontrarse en otro sitio; admirada de que pudieran disponer de su tiempo para perderlo en el cruce, aguardando pacientes el verde del semáforo. Conforme he ido creciendo se ha acentuado el placer que siento cuando tengo conciencia de estar a deshora en un espacio inhabitual: en una cafetería a las doce de la mañana de un día laborable; en la "librería" cuando "libro"; en el cine una tarde de martes o de jueves... y así me temo que he construido mi vida de hoy sobre el caos total, con una orientación mínima, que se destila de las palabras de este blog, de los horarios imprevisibles del trabajo y los cuentos que escribo.
Nuestras conversaciones nos conducen a menudo hasta la risa. Realmente hablamos siempre de lo mismo. También en 2006. Será porque todavía nos estamos descubriendo.
A las siete y media nos hemos despedido de D y hemos salido al rellano posbélico de su piso compartido. Estábamos aún en su salita, subiendo las cremalleras de nuestros respectivos abrigos, cuando Naoko ha formulado el siguiente aforismo: "Mal, otro día sin comer". Otro día.
11 comentarios
Eli -
Buenos días a todos y gracias por votarme!
J -
Cada vez somos mas, con cuentagotas, pero suponia que no era nuevo, sino recuperado para la causa.
Que los reyes (sean listos o tontos ) os colmen de regalos o de ilusion, asi como el año que estrenamos de felicidad.
Saludos !!
mari -
Asumo "qué fuerte, mari!" como expresión popular.
He vuelto. Seguiré molestando por aquí..
Saludos para todos/as y cada uno/a.
V -
laCeci -
V -
Ceci, ¿ya te has reincorporado como una votante más?
laCeci -
Ah! Arturo sigue vivo... a lo mejor los reyes le traen una arturita.
Besos!
V -
¿Pescadito seguirá vivo también?
Eli, te queremos como eres. He recuperado mi paz interior desde que tu hermana me confirmó que habíais sobrevivido al cambio de año
Besos a todos/as
delgadito -
Hay que seguir con la misma alucinacion de que lo que esta fuera es real y bonito.
He terminado Sobre heroes y tumbas.La impresion que me ha dejado no va a durar mucho,salvo quiza la relacion entre Alejandra y Martin,por no estar escrita forzada a que sea literatura sino vida.
Ahora hago abdominales oyendo a los Hives
Mañana deberia pasarme por el Hospital a trabajar algo en la tesis.
J -
¡¡ Saludos !!
Eli -