Me he cortado el pelo
Ayer cobré. Consecuencia indisociable: hoy me he cortado el pelo. Noté que era necesario cuando en Valencia todos empezaron a murmurar a mis espaldas que las diferencias entre el primo Eso y yo eran más escasas cada vez; así que esta mañana me he levantado como si tuviera un resorte en la rabadilla y, acto seguido, he dirigido mis pasos hacia la peluquería de la acera de enfrente. Me gustan las peluquerías porque están llenas de espejos, lo que permite observar a la gente con detenimiento, sin que se de cuenta.
LLego y me ponen un peinador desechable, de papel, que me iguala automáticamente con el resto de la clientela. Primero hay que lavar. Me conducen hasta el lugar indicado, donde un peluquero gay y una peluquera gordita y pelirroja, con cresta, los dos uniformados de negro, están vapuleando los cueros cabelludos de una anciana y una cuarentona. El único sitio que hay libre está en el centro, entre la una y la otra. Allí aterrizo yo con mi cara de sueño, pálida, legañosa, y mi cabellera leonina... delante, una pared de espejo nos devuelve nuestra imagen surreal. Arropados por el hilo musical, Kiss Fm, formamos un grupo cuanto menos peculiar, que mantiene una animada conversación, de la que yo no participo, acerca del cáncer. Palabras como tumor, mamografía, ovarios, retención de líquidos o tirantez de los puntos se mezclan con el olor a cosmética; se diluyen en la iluminación glacial del local y rebotan contra nuestros reflejos. Por un momento tengo la sensación de haber aterrizado en Marte.
Antes de que me corten, una francesita de seis años y un ejecutivo que apura la treintena pasan por delante de mí. A la niña le divierte verse, se ríe; el ejecutivo tiene una expresión triste, despojado de la americana de su traje, con la corbata algo desorientada y medio calvo, despeinado solo a la altura de la nuca y por detrás de las orejas.
Cuando por fin me llega el turno, le confieso al "profesional" indescriptibe que me corta que ni siquiera tengo secador, soy esa clase de ser, y noto que le escandalizo. Supongo que piensa: "Dios, ¿cómo se puede vivir sin secador?". Para él debo haberme convertido al instante en la carnalización del subdesarrollo.
- ¿No lo echas de menos? -Me pregunta atónito.
- No
- ¡Ah! -Exclama conteniendo un gritito.
He dejado de ser melenuda, para transformarme en quasi calva, o al menos esa es la sensación que me produce verme tan poco pelo en la cabeza después de meses con coletas y cintas... Soy una mujer nueva. Me gusta plantearmelo así. Voy a empezar con el año a tener la clase de vida que tiene una chica de pelo corto: fría, llena de aristas congeladas, sin piedad... castigadora al fin y al cabo. ¿Seré capaz de hacer sufrir?
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¿Últimos votitos del año?
7 comentarios
valf -
laCeci -
T -
T -
¿Q hace una fisio aconsejando sobre esas cosas?
¿Q tiene q ver el tocino con la velocidad?
Parece q mas d lo q pensaba.
Ah! Feliz Año!
tonins -
mari -
En fin, que lo haré en breve. Me lo pienso cortar tanto que no va a hacer falta ni que se me caiga!!!!
Lo comunicaré, por supuesto.
Saludos!
T -
No se si t reconocere cuando t vuelva a ver!
Yo tb he sido siempre participe d eso d q el cortarse el pelo es un indicativo d un nuevo renacer, un encontrarse a si misma, d darme a mi misma una nueva oportunidad y una forma d coger aire y empezar una nueva etapa.
La excusa d año nuevo vida nueva no se si es la unica ademas d q se murmure q t pareces a tu primo, q no se si es q el tiene el pelo largo o q. Habria q ahondar aun mas en la causa d porq t lo has cortado...
Deberia haber estudiado psicologia. Me estoy acordando d uno argentino q buscaba mucho el origen d todo.